El estereotipo de una relación adúltera en el matrimonio ha sido típicamente la imagen de un marido infiel. El hombre tiene una aventura de una noche en un viaje de negocios o se enamora de su secretaria. Supongo que nunca se nos ocurrió que por cada hombre infiel, también debe haber una mujer infiel.
La experta en relaciones Bonnie Eaker Weil compartió en el programa 20/20 de ABC, sus hallazgos de que más del 50 por ciento de las mujeres casadas son sexualmente infieles. Esa estadística no toma en consideración a las innumerables personas que están enredadas en fantasías y asuntos emocionales.
Toda mujer casada corre el riesgo de tener una aventura. Si dices: “¡No, yo nunca haría eso!”, toma en serio lo que escribió Pablo: “El que cree estar firme, ¡mire que no caiga!” (1 Corintios 10:12).
Toda aventura comienza con una tentación, una atracción. Desafortunadamente, la mayoría de nosotras no tenemos idea de qué hacer cuando un hombre que no es nuestro esposo comienza a prestarnos atención. Se siente bien recibir la atención nuevamente, especialmente si tu matrimonio parece estar estancado.
Inmediatamente después de que Pablo nos dijo que tuviéramos cuidado de no caer, nos dio algunos consejos muy prácticos sobre cómo manejar la tentación: “Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” (1 Corintios 10:13, NVI).
Si bien la tentación es inevitable, el pecado sigue siendo imperdonable. Incluso si sientes una atracción abrumadora hacia otro hombre (o mujer), la infidelidad no tiene por qué ser tu destino. Dios ha prometido darle una salida a aquellos que estén dispuestos a correr hacia él.
No te sorprendas cuando suceda
¿Cuántas aventuras se evitarían si simplemente tuviéramos en mente con anterioridad que es normal ser tentado? Sí, siempre habrá hombres más atractivos que tu esposo, y habrá alguien que parezca tener todas las fortalezas de las que carece tu esposo. Probablemente llegará el día en que te sientas atraída por alguien que parece ser más adecuado para ti que tu esposo. La atracción puede ser incluso espiritual (por ejemplo, la pasión de un hombre por el Señor es tan atractiva en comparación con la de tu esposo, quien parece estar espiritualmente muerto).
Ya que sabes que llegará este día, prepárate ahora. ¿Recuerdas en la escuela primaria todas las veces que tuviste un simulacro de incendio o de tornado? ¿Por qué tenemos simulacros? Para prepararnos para un peligro real durante un tiempo que no es de crisis. Con esa misma sabiduría, elabora un plan ahora de lo que harás cuando venga la tentación. ¿Cómo responderás? ¿A quién llamarás para pedir ayuda?
¿Tienes una compañera de rendición de cuentas ahora? ¿A qué mujer en tu vida le has dicho: “Tienes permiso para hacerme las preguntas difíciles sobre mi matrimonio. Quiero que me confrontes si alguna vez ves algo en mi vida que te preocupa”.
Al igual que en el simulacro de incendio, si ya has determinado a dónde “correr”, no te quedarás paralizada cuando un verdadero peligro amenace tu matrimonio.
Recuerda lo que es real
Me había estado reuniendo con Lisa durante unos dos meses antes de que ella me lo contara todo. Durante nuestras primeras sesiones de consejería, ella habló sobre su decepción en el matrimonio y otras frustraciones de la vida. Entonces, llegó el día en que se sintió lo suficientemente segura para hablarme de Doug. Se habían conocido en el gimnasio hacía varios meses y de inmediato se sintieron atraídos. Y además, ¡Doug era cristiano! Lisa y Doug comenzaron “casualmente” a encontrarse en el gimnasio al mismo tiempo y se empezaron a conocer. Eventualmente, comenzaron a encontrarse para tomar café.
“Juli, ¡Doug es tan amable y sensible! Él ama al Señor y realmente me ha ayudado a crecer en mi fe. Dios sabe lo sola que me he sentido en mi matrimonio. Creo que Dios está trayendo a Doug a mi vida como respuesta a mi oración dándome una verdadera compañía”.
Bueno . . . primero que todo, verifiquemos la realidad. Dios nunca contestará tus oraciones invitándote al pecado. ¿Cómo pudo una mujer cristiana como Lisa, haberse equivocado tanto?Esto tuvo lugar porque Satanás es el engañador. Él te tentará e invitará dudar de la verdad sobre lo que es bueno y lo que es malo.
Dios ha equipado nuestros cuerpos con hormonas muy poderosas que se activan cuando entramos en una nueva relación romántica. ¿Recuerdas cuando podías pasar días sin pensar en comida o cuando escribías el nombre de tu novio en tu cuaderno de geometría? Tu mente todavía tiene la capacidad de experimentar el “amor romántico”, incluso siendo una mujer adulta.
Las “mariposas” de una nueva relación pueden cegarte de la realidad y lo harán. Si no luchas por encontrar el “verdadero norte” según la Palabra de Dios, tomarás una decisión desastrosa que tendrá consecuencias de gran alcance. No importa cuánto creas que este hombre mejorará tu vida, no lo hará. Ninguna cantidad de dinero, buen sexo o atención puede compensar el alejarte de la comunión con Dios y el representar a Jesucristo ante tu esposo, tus hijos y tu comunidad.
Corre rápido
Hay un tiempo para caminar y hay un tiempo para correr. Nadie sale de un edificio en llamas de forma casual. Corren por sus vidas. Pablo dice que la tentación sexual representa un momento para correr. “¡Huyan de la tentación sexual!” José nos demostró lo que es “huir”. Literalmente salió corriendo de la esposa de Potifar cuando ella trató de seducirlo. No se detuvo a debatir sobre las consecuencias o a averiguar cómo podía mantener feliz a la mujer sin llegar “hasta el final”. Simplemente corrió.
Podrías pensar, no hay nada de malo en coquetear un poco. ¡Sí que lo hay, de hecho esto causa mucho daño! Cuanto más permanezcas en la tentación, más oportunidades tendrá el Enemigo de engañarte.
¿Qué significa “correr”? Significa no darle a la relación ninguna posibilidad de desarrollarse. Si es necesario, cambia de trabajo, vete a vivir a otro vecindario y rehúsate a estar a solas con la persona que representa la tentación.
Pide ayuda
Una de las cosas más peligrosas que puedes hacer cuando te sientes atraída por otro hombre es mantenerlo en secreto. Es posible que te avergüence admitirle a un amigo que te gusta en secreto o que tengas miedo de que ser honesta signifique que tendrás que renunciar a él.
En algunos casos, creo que es apropiado decírselo a tu esposo. “Cariño, solo necesito que sepas que hay un hombre en el trabajo con el que me he comprometido a no estar nunca a solas. No ha pasado nada, pero siento que es una zona de peligro”. Sería muy difícil que una atracción se arraigara después de este tipo de conversación honesta.
Si no crees que sea prudente hablar con tu esposo, comparte la situación con una amiga o mentora de confianza. Ella puede orar contigo, darte consejos sólidos y hacerte las preguntas difíciles sobre si estás tomando el camino de escape o si continúas jugando con fuego.
Invierte en tu matrimonio
Si alguna vez has tenido un problema de salud grave, probablemente hayas cambiado la forma en que abordas tu salud. Un ataque cardíaco casi fatal hará que la mayoría de nosotros renunciemos a las hamburguesas con queso y a los cigarrillos. Lo mismo debería ser cierto de cómo respondemos ante la posibilidad de un matrimonio roto. Debería llevarnos a reexaminar lo que hemos comenzado a dar por sentado.
Sé que has escuchado esta afirmación, pero vale la pena repetirla: “La hierba es más verde donde se riega”. Sentirse atraída por otro hombre no solo es una tentación, sino también una indicación de que tal vez tu matrimonio necesita algo de agua. Es una llamada de atención que muestra que tu matrimonio es vulnerable a la infidelidad. ¿Puedes identificar qué deseos tienes que no se están cumpliendo en tu matrimonio?
Tal vez sea el momento de invertir en asesoramiento matrimonial, escaparte por un tiempo a solas con tu cónyuge o trabajar en el romance y la satisfacción sexual en tu matrimonio. Incluso si estás casada con un esposo que no responde y que no tiene un fuerte deseo de mejorar el matrimonio, ¿cómo estás invirtiendo tú en la relación? ¿Oras a diario para que Dios te dé amor y paciencia? ¿Tienes la intención de aprender a construir intimidad, en la medida en que dependa de ti?
Aunque invertir en tu matrimonio es una forma importante de responder a una tentación, invertir en tu relación con Dios es aún más importante. Hay quienes creen que la mejor arma contra una aventura es un matrimonio fuerte. No estoy de acuerdo. Las mayores armas contra una amenaza espiritual (y la tentación es siempre una amenaza espiritual) es un arma espiritual.
Pablo nos dijo específicamente cómo armarnos contra los planes del diablo. Nos dijo que nos vistiéramos con la armadura de Dios: con la coraza de la justicia, el cinturón de la verdad, el escudo de la fe y la espada del espíritu.
Amiga, nunca intentes luchar contra una tentación espiritual únicamente con armas emocionales o psicológicas. Perderás. La forma de escape que brinda Dios es aferrarnos a él y correr hacia él. Él puede evitar que tropieces y hacer que estés en presencia de su gloria sin culpa con gran gozo (Judas 24).
Si permanezco fiel a lo largo de toda la duración de mi matrimonio, no será simplemente porque amo a mi esposo, sino por cuánto amo al Señor. Aferrarme a Mike puede evitar que me desvíe, pero solo aferrarme a Jesús puede purificar mi corazón.
Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo. (Proverbios 18:10).